miércoles, 14 de abril de 2010

Planetas rebeldes

En ciencia no hay casi nada seguro y para muestra un botón.

He leído esto... (para ver el original pulsen aquí)
El proyecto de Búsqueda de Planetas de Área Amplia (WASP) del Reino Unido, en conjunto con el Observatorio de Ginebra, descubrieron un planeta cuya órbita también va en sentido contrario a la rotación de su estrella.

El planeta denominado WASP-17 y su estrella se encuentran ubicados a 1.000 años luz de distancia y, según Sara Seager (astrofísico del MIT), sería uno de los planetas más extraños de los que se tengan conocimiento.

Para que se forme una estrella se necesita que una nube de gas y polvo colapse. Su movimiento se va intensificando en la medida que se va condensando, lo que a su vez determina la dirección en que gira.

Los planetas se desarrollan a partir de los restos -por lo general masa de gas y polvo en forma de disco- que giran alrededor de la estrella recién formada; por lo que la dirección con que se mueve este material (que es la misma en que rota la estrella), se convierte en la dirección de la órbita del planeta.
Los científicos piensan que en el caso de WASP-17 probablemente existió algún tipo de encuentro cercano con un planeta de mayor tamaño, provocando que la interacción gravitatoria entre ambos lanzara al planeta menor con una órbita contraria a la de su estrella.
Y hoy aparece la noticia en los periódicos (AQUí la fuente)
Un equipo de astrónomos europeos ha detectado seis planetas fuera del Sistema Solar que se están saltando las reglas de la astronomía. Giran en sentido contrario a su estrella, lo que los convierte en unos rebeldes únicos que harán revisar las teorías actuales sobre cómo nacen los planetas en torno a su sol.
"Esto es una bomba en el campo de los exoplanetas", afirma Amaury Triaud, investigador del Observatorio de Ginebra, cuyo equipo ha detectado a los seis rebeldes entre un grupo de 27 planetas extrasolares. Sus observaciones, realizadas con telescopios en España, Chile, Australia y otros países, se presentaron ayer en el Congreso de la Real Sociedad Astronómica británica, que se celebra en Glasgow hasta el viernes.
"Estos resultados cuestionan la teoría oficial de que los planetas deben girar en la misma dirección que su estrella", explica el investigador de la Universidad de St. Andrews (Reino Unido) Andrew Cameron, otro de los autores del trabajo. Hasta ahora se asumía que los planetas se forman a partir de polvo estelar y gases que giran alrededor de una estrella de reciente formación. El polvo se apelmaza en fragmentos cada vez mayores hasta que, al cabo de millones de años, se forma un planeta que sigue a su estrella progenitora. Los seis planetas detectados son del tipo júpiter caliente, gigantes de gas que orbitan muy cerca de su estrella. Los expertos creen que la formación de estos exoplanetas no tiene nada que ver con los cinturones de polvo estelar, sino con un tira y afloja gravitatorio con otros planetas cercanos que dura cientos de millones de años y que acaba con el planeta orbitando de una forma aleatoria. "Uno de los efectos secundarios de este proceso es que cualquier planeta rocoso parecido a la Tierra sería desintegrado", concluye Didier Queloz, del Observatorio de Génova y coautor del estudio.

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